Es relativamente sencillo fijarse en los grandes, pero invertir en compañías medianas y pequeñas puede resultar casi ir a contracorriente. Sin embargo, cuando uno analiza los datos y el contexto económico español, la historia cambia. Este fondo gestionado por Lola Solana no solo brilla por su rentabilidad, sino que ofrece una ventana privilegiada al dinamismo del tejido empresarial español y, por extensión, a la mejora de la profundidad y liquidez del mercado de nuestro país.
El año 2025 no ha hecho más que reafirmar lo que ya estaba pasando en años anteriores. Con una rentabilidad YTD del 32,5%, frente al 14,8% del BME IBEX Medium Cap, el Santander Small Caps se ha posicionado en el cuartil superior frente a sus homólogos europeos prácticamente en todos los años. Esto no es flor de un día: en los últimos tres años ha ofrecido una rentabilidad anualizada del 17,1%, también por encima del índice y de la media del sector. Y es que en 2023 superó el +22% y en 2024 el +12%. Y claro, con este año superando el +32%, las cifras que acabamos de mencionar son para releer.
Esta consistencia no es casualidad, sino resultado de una gestión activa rigurosa, centrada en compañías con sólidos fundamentales y buenas perspectivas de crecimiento. Un ejemplo es Indra , con una rentabilidad del entorno del 70% en el último año, que representando un porcentaje de más del 5% de la cartera. Pero también podemos hablar de Sabadell, Elecnor, Grenergy Renovables, o Técnicas Reunidas, entre otras.
El fondo invierte casi en su totalidad en empresas españolas, lo cual no solo refleja una apuesta por la economía nacional, sino que también contribuye a dotar de profundidad al mercado de mid y small caps en España, un segmento que tradicionalmente ha sido más ilíquido y menos cubierto por analistas.
Este tipo de inversiones actúan como fertilizante para el crecimiento empresarial local: dan visibilidad, aumentan la capitalización bursátil y fomentan la profesionalización de la gestión. Y en una economía como la española, donde las pymes representan una parte importante del tejido empresarial, esto no es un detalle menor.
Además, el fondo cuenta con una diversificación sectorial importante: destacando el peso en industriales (36,7%), servicios financieros (17,9%) y tecnología (12,9%). Y unas ratios que mejoran casi cada año. El PER, más barato que hace 5 años, menor deuda sobre el capital, mayor ROE, mayor dividend yield, o mayor margen neto. No está mal.
Invertir en small caps puede sonar arriesgado, pero este fondo demuestra que se puede obtener alfa sin desbocarse. Con una desviación estándar de apenas el 15,8% en los últimos 3 años (muy razonable para su perfil), el fondo ha conseguido un perfil de rentabilidad-riesgo muy atractivo, con ratios de captura de subidas por encima del 100% y de caídas poco por encima del 80%.
En otras palabras: sube más cuando el mercado lo hace bien y cae menos cuando vienen curvas.
Con el anuncio de bajadas de tipos de interés en Europa, y una inflación que parece moderarse, el contexto económico empieza a favorecer más precisamente a los valores de mediana y pequeña capitalización. Y es que estas compañías suelen ser más sensibles a la evolución del crédito y al consumo interno.
Invertir en el Santander Small Caps España es una decisión financiera y es también un voto de confianza en el potencial de la economía española. Es una forma de participar en la historia de crecimiento de nuestras compañías más dinámicas, algunas de las cuales -quizá muchas de las 40 posiciones que tiene el fondo- pasarán de ser small caps a protagonistas del IBEX.