Carmen ha estado más de cinco horas viajando en un autobús de Cartagena a Murcia. Su rostro era de cansancio, decía, "por haber dormido poco". Pero como su compañero Antonio, que al término de la manifestación, sobre la una, se han vuelto a montar en el autobús para volver a casa, "la ocasión lo merecía, hoy estábamos obligados a estar en Madrid".
Como Carmen y Antonio, este domingo, más de 100.000 españoles se han dado cita en la céntrica Plaza España de Madrid convocados por el Partido Popular (PP). El jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha encabezado la manifestación ‘Mafia o democracia’, en la que han participado todos los presidentes autonómicos ‘populares’ a los que ha representado sobre el escenario la madrileña Isabel Díaz Ayuso.
Bajo un sol abrasador, con una temperatura ambiente de 29 grados, los gorros de paja y las gafas de sol han sido los dos rios indispensables para los que han acudido al acto. También las botellas de agua iban pasando mano por mano para hidratarse. Y, como no, banderas de España. Muchas banderas de España, mezcladas con algunas banderas autonómicas, que daban muestra de la cantidad de gente que se ha desplazado hasta la capital española.
Colapso de movilidad y comunicaciones
Llegar hasta la Plaza España no ha sido fácil. Desde casi las 10 de la mañana, una hora antes de la convocatoria de la concentración, los s viarios al corazón de Madrid estaban completamente cerrados -únicamente para los vehículos que transportaban a la autoridades, con Ayuso como la más vitoreada a su llegada-. También los s al suburbano de la capital tenían un tráfico muy poco habitual para un domingo de verano -si exceptuamos el Orgullo-. Pasar del interior del metro a la calle, si se optaba por la parada de Plaza España, podía llevar más de media hora.
A todos esos problemas para llegar -de lo que no se han librado ni los VIP's como Mariano Rajoy, que ha llegado tras los discursos de José Luis Martínez - Almeida y Ayuso-, y que han obligado a la organización a retrasar unos minutos el inicio de los parlamentos, se le ha sumado también una caída por completo de la señal telefónica y de datos de Movistar. Imposible hacer llamadas o mandar un WhatsApp para encontrar con tus compañeros. Ni el wifi dispuesto por la organización para la prensa funcionaba. Y, claro, tras el asalto de Pedro Sánchez a Telefonica para colocar al socialista Marc Murtra en la presidencia, más de uno ha tratado de buscar un culpable de ese apagón comunicativo -con tono de broma o no tan de broma-.
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