Política

Feijóo exige a Sánchez ante más de 100.000 personas que se “rinda a la democracia” y dimita

El PP llena la madrileña Plaza de España al grito de “mafia y democracia” y exige al presidente del Gobierno que disuelva las Cortes y convoque elecciones

Han regresado a las calles de Madrid los "manifesteros", híbrido entre manifestantes y domingueros, que se forjaron a la sombra del Partido Popular cuando Pedro Sánchez, tras perder las elecciones de 2023, decidió seguir en el poder a costa de una amnistía a los responsables del procés. Esta vez han acudido al llamado de "Mafia o Democracia", por el rosario de escándalos políticos y judiciales que sacude al Gobierno cuando la legislatura alcanza su ecuador. 

Plaza de España. A las diez de la mañana han empezado a llegar los más puntuales. En una hora, ríos de personas envueltas en la roja y gualda bajaban y subían por las calles aledañas: la Gran Vía, Princesa o la Cuesta de San Vicente. Poco antes del mediodía, cuando ha tomado la palabra Alberto Núñez Feijóo, que ha exigido a Sánchez que se rinda "a la democracia" y convoque elecciones, eran decenas de miles. 50.000, según la Delegación del Gobierno. Cientos de miles a ojos de la organización. “La más multitudinaria que hemos organizado”, presumían en el politburó gallego. 

Un escenario —sin los logos del PP— y varias torretas de altavoces han recibido al personal con una playlist de lo más variopinta: Venezia, de Hombres G, por eso de "yo soy el capone de la mafia...", Lady, de Modjo, que cantada en castellano suena como a Leire, la supuesta fontanera del PSOE. Un poco de salseo con Mentirosa, de Ráfaga; y, como ya es tradición... People have the power, de Patti Smith. Ambiente fiestero para canalizar la indignación social. 

En un corralito vallado y repleto de sillas se han sentado los gerifaltes peperos. En primera fila, casi todos los de la cúpula de la formación, un buen puñado de barones territoriales y los que antaño fueron presidentes del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy. A pesar del veto de Santiago Abascal a la concentración, también han acudido algunos simpatizantes de Vox, a tenor del atuendo (pulseritas verdes).

Ha saludado el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que ha explicado a los que "no entienden lo de mafia o democracia" el por qué del eslogan elegido para la manifestación: "En ese edificio de ahí, en la torre de Madrid (señalando con el dedo), Jésica tenía su nidito de amor con Ábalos pagado por todos vosotros". Clamor de gritos en el gentío. 

Isabel Díaz Ayuso, que desata la euforia entre la parroquia antisanchista con su mera presencia, ha proseguido con un paralelismo entre lo que ocurre en nuestro país y la Venezuela de Maduro, donde ha recordado que también hay urnas. "Pero eso no es democracia". La presidenta madrileña ha alertado de un rumbo "dictatorial" con Sánchez a los mandos, que quiere a "todos a su servicio". Así ha pedido a los españoles que abran "los ojos" y despierten. 

En varias ocasiones los manifesteros han interrumpido los discursos de los dirigentes populares con sus consignas: "Pedro Sánchez, dimisión". Cuando ha subido el presidente del PP al atril, sus cargos han entonado el cántico de "oa, oa, oa, Feijóo a la Moncloa". Y él, en tono jocoso, ha replicado: "Me gusta ese lugar porque está en la carretera de La Coruña". La querencia siempre por la A-6. 

Núñez Feijóo ha combinado en su arenga la denuncia de la situación política que atraviesa el país con el optimismo del futuro que quiere protagonizar. Cuando ha preguntado "qué podemos hacer" a la multitud, un espontáneo ha respondido "asaltar la Moncloa". Pero el jefe de la oposición apuesta por métodos más ortodoxos. "Con esta degradación hemos de acabar los españoles y  no lo hagamos enfadados aunque lo estemos. Hagámoslo con grandeza. Uniendo a la mayoría silenciosa que ha dejado de serlo cívicamente. Esto es lo que os pido".

Ante los que anhelan un cambio de Gobierno, el presidente popular ha contraído un compromiso: “Conmigo podéis contar hasta el último suspiro”. Para que nadie dude de sus intenciones. Eso sí, ha abogado un camino de centralidad para reaccionar a su adversario: “No quiero un frente de la ira, porque España no necesita revancha, necesita concordia. España necesita una revolución de la decencia y la libertad “. 

Dirigiéndose en primera persona al presidente del Gobierno, Feijóo le ha lanzado un órdago y le ha emplazado a que “deje de esconderse” y de “huir”. Acto seguido, ha entonado el salmo dominical: “Ríndase a la democracia, queremos elecciones y las queremos ya. Ríndase a la democracia, nadie le votó para esto. Ni los suyos. Hágalo si es tan demócrata como dice, sí, sí, que convoque elecciones generales y pregunte a los españoles si prefieren un gobierno de Koldos, Jésicas o Leires o un gobierno de gente digna”. 

Feijóo se ha mostrado “listo” para un nuevo combate electoral. “Solo falta que Sánchez encuentre el coraje para poner urnas y preguntar a los españoles”. Y ha recordado “los valores y compromisos” que, a su juicio, comparten “la mayoría de los españoles”. Lo ha hecho con una táctica marca de su estilo, que consiste en lanzar frases en las que se contrapone con Sánchez y que acaban con un “sí”. Como un “amén” de los parroquianos.  

“Con la honestidad en el ejercicio publico, sí. Con la justicia independiente sí. Con los periodistas de verdad y los medios de comunicación libres, sí. Con unas fuerzas y cuerpos de seguridad del estado dotadas y respetadas, sí. Con los españoles honrados que saben donde esta su puesto de trabajo, sí. Con las mujeres que se esfuerzan por pagar su vivienda porque no son sobrinas de ningún ministro, sí. Con los verdaderos fontaneros y el resto de trabajadores decentes, sí. Con los familiares honrados y de políticos honrados que solo soportan ausencias y no se han llevado nada, sí. Con la honestidad frente a la corrupción, sí. Con la limpieza frente a las cloacas, sí. Con la verdad frente a la mentira, sí”.

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