La Armada española ha puesto el foco en el Indo-Pacífico, una región estratégica en el equilibrio comercial y que la Unión Europea ya contempla como un espacio donde expandirse para trabajar conjuntamente con socios regionales y globales. A tal efecto, la fragata Méndez Núñez ultima su despliegue en este área. Se incorporará a un grupo de combate que cuenta con la participación del portaaviones británico Prince of Wales, que tiene previsto partir desde Portsmouth el 22 de abril, y que sumará capacidades de una quincena de naciones aliadas.
El despliegue de la fragata Méndez Núñez responde a la estrategia de la Armada, que en su documento Armada 2050 -marco en el que se engloban los principales puntos estratégicos a corto y medio plazo- ya apuntaba al “desplazamiento del centro de gravedad económico mundial” hacia el Indo-Pacífico, una región “donde la mar ganará relevancia y será necesario actuar en el marco de las coaliciones internacionales”.
Bruselas comparte la misma perspectiva. En un momento en que trata de reforzar su soberanía en materia de defensa y seguridad, la Unión Europea prioriza como objetivo incrementar su mentalidad global, expandiéndose así al Indo-Pacífico. Se trata de una región sometida a crecientes tensiones geopolíticas, ante la proyección militar de China y el interés que mantienen potencias como Estados Unidos y sus aliados, entre ellos Japón y Taiwan.
Los expertos coinciden en que las tensiones que se viven en el Indo-Pacífico ponen en riesgo el orden internacional basado en reglas, tal y como lo conocemos; limitan el seguro y libre a dominios globales como la alta mar; y provocan una competición por los recursos naturales. Todos estos elementos justifican el desplazamiento de los intereses globales a la región.
La 'Méndez Núñez'
El despliegue internacional en el que participará España, con la fragata Méndez Núñez de la Armada, responde a esta iniciativa. Se trata de un grupo de combate que cuenta con la participación del portaaviones HMS Prince of Wales, de la Marina británica, fragatas y destructores que actuarán como buques de escolta, así como cazas de combate, helicópteros y unidades terrestres. También aviones de vigilancia marítima y alerta temprana. Todos ellos conformarán la Operación Highmast [Mástil Alto].
Según se ha podido saber hasta la fecha, el despliegue pondrá a prueba la interoperabilidad de una quincena de naciones aliadas, conjugando fuerzas europeas -España, Reino Unido, Francia, Italia, Dinamarca, Portugal, Noruega y Suecia- y de naciones del pacífico, como Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur o Chile. A ello habría que sumar medios de Estados Unidos y Canadá.
Fuentes oficiales del Gobierno británico detallan que el portaaviones Prince of Wales tiene previsto zarpar de Portsmouth el 22 de abril, donde se unirá a una formación de buques de guerra, buques de suministro y aviones frente a la costa de Cornualles, antes de partir hacia el Mediterráneo, donde realizará ejercicios para reforzar la seguridad europea. El Reino Unido movilizará hasta 4.000 efectivos para conformar el grupo de combate.
España, por su parte, pondrá de manifiesto su capacidad de proyección en cualquier área geográfica. Cabe recordar que la fragata Méndez Núñez (F-104) es una de las más modernas de la Armada española, habiéndose incorporado al servicio en 2006. “Nuestras capacidades nos permiten operar en todo tipo de escenarios, con la fiabilidad que proporciona el sistema de combate AEGIS, convirtiéndonos en una herramienta valiosísima al servicio de la política exterior del Gobierno de España, no solo mediante operaciones convencionales, sino también en misiones de paz, ayuda humanitaria, imposición de resoluciones de la ONU, etcétera”, apuntan fuentes oficiales de la Armada.
La fragata Méndez Núñez está dotada del sistema de combate AEGIS y numerosos sensores y sistemas de comunicaciones, a los que hay que añadir armamento basado en misiles Harpoon y un lanzador de sistema vertical para los misiles SM2 y ESSM. También con un cañón MK45, dos cañones Oerlikon de 20mm, dos sistemas de armamento a control remoto y torpedos.
logowa4117
09/04/2025 17:54
Poner medios militares bajo mando británico mientras padecemos la ocupación de Gibraltar es, cuando menos, una incongruencia estratégica. Podemos tener intereses nacionales en el Indo-pacífico, pero desde luego. nuestros verdaderos intereses están mucho más cerca. Penosa la visión estratégica de las autoridades españolas.