Finetwork ha arrancado este 2025 con una crisis institucional y financiera preocupante. Cuando ya llevamos consumida casi la mitad de este curso, la empresa de telecomunicaciones busca un balón de oxígeno que aleje los fantasmas que acechan sobre ella.
Y es que la compañía, que buscaba hacerse un hueco entre las gigantes del sector, se ha visto en la necesidad de solicitar el preconcurso de acreedores ante las importantes deudas que arrastra. Esta semana, Finetwork dio el paso después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) diera la razón a Vodafone, que exige el cobro por el a las líneas de cobertura fija y móvil.
Según fuentes del mercado, ante la negativa de la compañía a abonar la cantidad a Vodafone, fue la empresa dirigida por José Miguel García la que presentó una denuncia ante un juzgado de Elda, lugar donde tiene la sede Finetwork, para exigir los pagos.
Según fuentes conocedoras de la situación, la empresa de bajo coste dejó de abonar las cantidades pactadas con Vodafone, si bien se normalizaron los pagos con la anterior dueña de la compañía roja. No obstante, los impagos volvieron a aparecer y, con la llegada de Zegona al frente de Vodafone España, se produjeron varias reuniones para buscar alternativas de abono de la deuda.
Fuentes conocedoras de la situación explican que el nuevo consejero delegado de Vodafone se reunió con la cúpula directiva de Finetwork para intentar reconducir la situación y pactar fechas de pago. En esos encuentros se alcanzó un acuerdo, si bien los impagos volvieron a ser la tónica habitual. José Miguel García, que mantiene una disciplina de hierro en Vodafone, mandó un ultimátum a la empresa eldense para que se cumplieran los plazos.
Finalmente, la situación no llegó a buen puerto y fue entonces cuando Vodafone solicitó a la CNMC que mediara en el conflicto. Fuentes cercanas a la empresa dirigida por García señalan que Vodafone “quiere ayudar a una empresa de telecomunicaciones”, si bien “quiere velar por los intereses propios”.
Finetwork creció orgánicamente y reinó en el patrocinio deportivo
Conviene recordar que Finetwork consolidó su posición en el sector de las telecomunicaciones, superando los 1,3 millones de clientes, de los cuales aproximadamente un millón corresponden a líneas móviles y 300.000 a conexiones de fibra fija. Además, logró unos ingresos estimados en 165 millones de euros.
Asimismo, la empresa de telecomunicaciones se dio a conocer en apenas cuatro años gracias a su política de marketing, publicidad y patrocinios. Finetwork se volcó en el deporte y llegó a ser sponsor de la Selección Española de fútbol, de Fernando Alonso y de varios clubes de fútbol. No obstante, ya el año pasado, Óscar Vilda, CEO de la operadora, dejó entrever que este tipo de estrategia había llegado a su fin.
La salida de Óscar Vilda y la búsqueda de un sustituto
Bajo este contexto, Óscar Vilda abandonó Finetwork a finales de diciembre de 2025. Los rumores sobre la mala gestión financiera inundaban los corrillos del sector de las telecomunicaciones y el directivo puso rumbo a Dazn. Durante todo este tiempo, la empresa ha peinado el mercado, y dentro del consejo de istración se abrió el debate sobre cuál debería ser el perfil del nuevo consejero delegado.
Pero los meses han ido pasando y la compañía navega sin capitán. A pesar de que se ha peinado el mercado, las negociaciones con los posibles encargados de liderar Finetwork no han cristalizado.
Ahora, como detallan fuentes conocedoras de la situación, y con el preconcurso de acreedores ya cociéndose, Finetwork está buscando un consejero delegado con experiencia en situaciones parecidas.
Para ello, la compañía ha iniciado ya diversas negociaciones con directivos que han llevado a cabo importantes reestructuraciones financieras. Finetwork ha declinado hacer cualquier tipo de comentario al respecto.
Fuentes internas asumen que la “situación no es la mejor”, si bien esperan que en los próximos meses se pueda llegar a un acuerdo con Vodafone y con el resto de acreedores para salvar el match ball, que supondría una liquidación que hasta hace poco nadie contemplaba en el sector de las telecomunicaciones.