Pedro Sánchez dejará caer a Miguel Ángel Gallardo cuando se produzcan las primarias socialistas para elegir candidato a la presidencia de Extremadura. El presidente del Gobierno aprovechará el enfado que hay internamente contra Gallardo, precisamente por su aforamiento exprés, forzado desde Moncloa, para lograr imponer a una candidata más afín.
Gallardo, al no ser presidente autonómico, se tiene que someter sí o sí a un proceso de primarias. Una votación interna, a la que se puede presentar cualquier afiliado, que Moncloa pretende convertir en una segunda vuelta de las primarias que el pasado mes de enero le dieron la victoria al actual líder regional. Pese a no contar con el apoyo de Sánchez.
En enero, cuando fue reelegido líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo consiguió el 77,81% de los votos emitidos, mientras que Esther Gutiérrez obtuvo el respaldo del 20,79%. Unos meses antes, tras la renuncia de Guillermo Fernández - Vara, consiguió el 69,49% de los votos emitidos frente al 29,33% de Lara Garlito. Las dos mujeres fueron las candidatas apoyadas por Moncloa.
En todo este tiempo, Gallardo se ha desmarcado de la línea oficial del partido, por ejemplo, para criticar entre el PSOE y ERC sobre el acuerdo para el 'cupo' catalán. Un desmarcaje que no ha gustado nada en el Palacio de La Moncloa, que trataron de poner fin a su liderazgo durante el proceso de primarias de este año sin éxito.
Desgaste político
La situación de las últimas semanas, obligando a varios compañeros de partido a renunciar al escaño que les tocaba y designando a una subdelegada del Gobierno posteriormente vetada, ha generado un gran desgaste en la figura de Gallardo.
En Extremadura son varios los cuadros socialistas, liderados por el delegado del Gobierno, José Luis Quintana, los que consideran que el líder regional del partido "ya está muy quemado". Una opinión que comparten también en Ferraz y en el Palacio de La Moncloa.
Carta a la militancia
Gallardo remitió este jueves una carta dirigida a la militancia socialista para transmitir que su incorporación a la Asamblea de Extremadura responde a una "decisión política firme" y no a ningún interés personal. "No he venido a defenderme, he venido a defender a Extremadura", señalaba en la misiva, que coincidió con su estreno en el parlamento regional -del que se escapó al poco de empezar el pleno-.
El líder de los socialistas extremeños optó por la fórmula de una carta a la militancia tras el revuelo que ha causado en el seno del partido su decisión. En la misiva criticó que "en las últimas semanas se han traspasado todos los límites" y calificó como una "cacería política" la campaña de “ataques” que ha sufrido, basada -según explica- "en ruido, falsedades y desinformación".
"No hablamos de crítica política ni de debate democrático, hablamos de una ofensiva planificada para destruir", aseguró Gallardo, quien en relación con el debate público generado en torno al aforamiento, el líder socialista aseveró que si su intención hubiera sido aforarse "lo habría hecho hace un año".
Miguel Ángel Gallardo también se dirigió a quienes le reclaman que renuncie al aforamiento, asegurando que "saben perfectamente que eso no es posible". A su juicio, lo que se busca no es justicia, sino "hacer daño político mediante la manipulación".
"Campaña contra un secretario general"
Con motivo del segundo aniversario de las elecciones autonómicas y municipales de 2023, el líder socialista recordó ayer jueves que el PSOE fue la fuerza más votada en Extremadura, pero no pudo formar gobierno debido al "pacto entre el PP y la ultraderecha, que permitió la investidura de Guardiola a pesar de su promesa pública de no pactar con Vox".
En este contexto, advirtió de que su presencia en la Asamblea "no es un problema personal, como quieren hacer ver desde la derecha y sus socios", sino un compromiso con una "oposición útil y firme". "Lo que estamos viviendo es mucho más grave que una campaña contra un secretario general" aseveró.
El líder del PSOE extremeño afirmó que la causa judicial contra él "es una ofensiva contra la sanidad pública, contra la educación, contra los servicios sociales y contra la memoria democrática". Gallardo concluyó su mensaje con un llamamiento a la unidad, la fortaleza y la dignidad del socialismo extremeño: "Hoy, como siempre, seguimos. Por compromiso, por historia y por futuro. Porque Extremadura lo vale. Porque el PSOE no se rinde"
lepanto_2_0
30/05/2025 07:17
Gallardo representa fielmente el papel que la clase política gobernante desempeña en el entramado del Juego de Tronos en que han convertido la política española nuestros dirigentes desde hace varias décadas: agravado hasta límites apocalípticos en este periodo histórico en que un desalmado y mentiroso hedonista ocupa la Moncloa. Con «Sánchez y su banda» (Albert Rivera dixit), todos los límites de una política democrática y civilizada han saltado por los aires. El todo vale se ha convertido en el nuevo axioma a cumplir a rajatabla para alcanzar o mantenerse en el poder: teniendo la impunidad por bandera y el engaño como instrumento de manipulación de la opinión pública; siendo ahora éstos los patrones habituales de comportamiento político de nuestros dirigentes, sin cortapisa alguna y sin ningún tipo de pudor ante tanta infamia. La ética política de quienes son nuestros representantes ha desaparecido por completo de la vida pública y la verdad ya no existe, sepultada bajo toneladas de engaños y manipulaciones demagógicas urdidas y pergeñadas desde el poder. Para «el pu. amo» (Óscar Puente dixit) y para sus lacayos sólo importa el relato y el poder continuar medrando desde sus privilegiadas poltronas, utilizando torticeramente todos los mecanismos e instrumentos que desde esas altas instancias gubernamentales se tienen al alcance. ¿Y el pueblo? ¿Y el interés general? ¿Y el bien común? ¿Y la separación de poderes? ¿Y la ética política? ¿Y la honestidad en la gestión pública? ¿Y la transparencia? ¿Y el estado de derecho? ¿Y la ley? ¿Y la …? ¡Partidocracia mata Democracia! Y recuerden ... a una democracia sólo puede ser salvada por el pueblo. Sin acción no hay movilización y sin movilización no hay posibilidad de que se produzcan cambios. La situación política actual en nuestro país requiere de un cambio radical y profundo: requiere de una auténtica revolución. Una revolución que debe ser necesariamente cívica, pacífica y democrática; pero firme, decidida y comprometida. «Sin Revolución no hay Solución». Estamos en ello.