Sorpresa y en un principio muy positiva en el Cónclave que ha elegido, en su cuarta votación, al agustino y docto cardenal norteamericano Robert Francis Prevost como el nuevo Pontífice de la Iglesia Católica, que ya sucede al Papa Francisco con el nombre de Leon XIV.
Un nombre este que incluye un indiscutible ‘mensaje social’, tras la trayectoria de León XII. Y a lo que el nuevo Papa, el primer norteamericano, nacido en Chicago, le ha añadido, en su primer discurso en la Plaza de San Pedro, una insistente y reiterada alusión a ‘la paz’. Y a la vocación misionera de la Iglesia que él mismo ejerció en Peru, donde vivió 30 años y fue obispo de Chiclayo,
Un cardenal Prevost que, bajo el papado de Francisco, ocupó en el Vaticano el Dicasterio para los Obispos, antes de convertirse ahora en el Papa Leon XIV y Jefe del Estado Vaticano. Y un Papa que cuenta con licenciaturas en filosofía y matemáticasf, con un doctorado, ‘cum laude’, en Derecho Canónigo y que habla inglés, español, francés, italiano y portugués y escribe en latín.
Según algunos de sus más cercanos colaboradores, un nuevo Papa Leon XIV que no será del agrado del Presidente Donald Trump
Estamos, pues, ante un Papa Leon XIV muy serio, con excelente formación y una trayectoria ejemplar, lo que parece excluir, de momento, la condición de Papá carismático, pero sí la de buen gestor. Volcado en la misión pastoral de la Iglesia, y cercano a los problemas sociales pero sin caer en el populismo. Y, al parecer, un Papa bastante no propicio a toda exhibición mediática (lo que ahora deberá rectificar) como se apreció antes del Cónclave donde hizo gala de una proverbial discreción.
Un Papa norteamericano cuya elección ha sorprendido favorablemente en los Estados Unidos, su país de nacimiento. Pero, según algunos de sus más cercanos colaboradores, un nuevo Papa Leon XIV que no será del agrado del Presidente Donald Trump. Quien se ha apresurado a felicitarlo aunque el momento de su elección papal le ha chafado a Trump, ante los medios, la presentación del acuerdo de aranceles que acababa de pactar con el Reino Unido.
El cardenal Prevost no figuraba antes y durante el Cónclave en la primera línea de los favoritos, que lideraban el italiano Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle. Pero su nombre sí aparecía en una segunda o tercera línea de los favoritos.
Ofrecía una imagen de compromiso y de consenso lo que a buen seguro y como complemento de sus indiscutibles cualidades favoreció su decisiva elección
Hasta el punto que cuando apareció la fumata blanca en la chimenea de la Capilla Sixtina, fueron muchos los analistas y comentaristas televisivos que dieron por segura la elección del Italiano Parolin con el argumento lógico de su condición de favorito y de la elección papal con luna cierta rapidez en una cuarta votación y en el segundo día del Cónclave.
Lo que hace suponer que muchos de los cardenales electores ya llevaban ‘in pectore’ su nombre al Cónclave. Donde con toda seguridad el nombre del cardenal Prevost ya apareció de manera notoria en las papeletas del primer escrutinio Algo en lo que probablemente tuvo que ver con su Dicasterio de los Obispos desde donde tuvo la oportunidad de conocer, en el tiempo y con antelación, a muchos de los cardenales que le votaron ayer y que valoraban sus cualidades y su dedicación pastoral.
Y que, además, no levantaba suspicacias entre ninguno de los grandes grupos de los cardenales electores, conservadores y progresistas, sino que más bien ofrecía una imagen de compromiso y de consenso lo que a buen seguro y como complemento de sus indiscutibles cualidades favoreció su decisiva elección.
antogones
09/05/2025 16:30
Todo apunta a que puede ser el Papa que la Iglesia y el mundo necesitan en estos tiempos de desencanto e incertidumbre.