El segundo sábado de junio se celebra el Día Mundial de la Ginebra. ¿Una excusa comercial más? Puede ser. Pero también una oportunidad excelente para redescubrir esta bebida icónica que ha pasado de los boticarios del siglo XVII a las barras más sofisticadas del siglo XXI.
1. Su origen viene de la medicina, no del bar
Aunque hoy sea sinónimo de cócteles y terraceo, la ginebra nació como medicamento. Fue el médico y químico holandés Franciscus de la Boe, también conocido como Sylvius, quien en el siglo XVII buscaba un remedio para problemas renales y digestivos.
Su mezcla de destilado de cereales con bayas de enebro dio lugar a lo que entonces se conocía como jenever, la precursora directa de la ginebra. Lo que empezó como un tratamiento acabó siendo una de las bebidas espirituosas más populares de Europa.
2. Su nombre proviene del enebro
La palabra “ginebra” proviene del neerlandés jenever, que a su vez deriva del latín juniperus, nombre de la planta del enebro. Estas pequeñas bayas son el corazón aromático de la bebida: le dan su sabor distintivo, seco y ligeramente resinoso. De hecho, para que un destilado pueda legalmente llamarse ginebra, el enebro debe ser el botánico predominante. Si no huele a enebro, no es ginebra.
3. En España se bebe más ginebra que en Londres
Aunque el Reino Unido sea la patria simbólica del gin-tonic, España le sigue de cerca o incluso le supera. Según informes recientes, España es uno de los países con mayor consumo de ginebra per cápita del mundo, solo por detrás de Filipinas y EE. UU. Nos encantan los combinados bien servidos, y no es raro que en nuestras barras se tome con más mimo que en muchos pubs londinenses. Aquí el gin-tonic es todo un arte.
4. La locura de la Ginebra
El Gin Craze (locura de la ginebra) fue un fenómeno social ocurrido en el siglo XVIII en el Reino Unido, especialmente en Londres, cuando la ginebra se popularizó entre la clase obrera. Su bajo coste y disponibilidad provocaron una auténtica epidemia de embriaguez, generando alarma moral y la aprobación de cinco leyes restrictivas entre 1729 y 1751. El auge del gin se vio favorecido por el contexto político: el gobierno británico limitó la importación de brandy francés y promovió la producción local de ginebra. Aunque el consumo de alcohol era común en todas las clases, el gin fue percibido como el principal problema social de la época.
¿Dónde celebrarlo como se merece?
En Gin MG recomiendan que los mejores brindis ocurren en lugares reales, donde la conversación fluye sin filtros y la copa se sirve con cariño. Por eso, en este Día Mundial de la Ginebra te proponemos dos bares donde disfrutarla como se merece:
GIN PALAU
? C/ de Muntaner, 256, Sarrià-Sant Gervasi, Barcelona
Un templo del gin-tonic con más de 1.200 referencias y dos décadas de historia. Aquí saben lo que hacen, y se nota en cada copa.
BAR TRAFALGAR
? Trafalgar, 20. Madrid (Chamberí)
Un bar con alma y sin artificios. Tapas, cócteles bien servidos y el ambiente perfecto para celebrar sin postureo y con mucho sabor.