Con el paso de los años, los dinosaurios se han convertido en uno de los seres más investigados y populares en el imaginario colectivo. A pesar de no haberlos conocido, el descubrimiento de diversos vestigios y fósiles ha permitido saber mucho de ellos, aunque es posible que la apariencia que se cree que tenían no sea demasiado exacta.
Ahora, el hallazgo de un nuevo fósil confirma lo que ya se creía anteriormente: muchos dinosaurios que se pensaban exentos de pelo o cualquier otro tipo de protección, tenían plumas. Así lo explica la revista Current Biology. La cola de un dinosaurio de hace 99 millones de años se ha conservado a la perfección en ámbar, que no es otra cosa que resina de origen vegetal.
Esta parte del animal se encuentra en perfecto estado, incluidos huesos, tejidos blandos e incluso plumas. Todo esto permite comprender mejor la evolución y estructura de las plumas en los dinosaurios. Así, hay diversas teorías. Mientras algunos apuestan por el aislamiento término y control de temperatura que estas les proporcionaban, otros hablan de camuflaje y atracción sexual.
De igual manera, es importante destacar que no todos los dinosaurios tenían plumas. Aún así, todo apunta a que muchos terópodos -grupo que incluye raptores y aves- sí contaban con estas estructuras en sus cuerpos. Con menos evidencias, también podrían haberlas tenido algunos dinosaurios herbívoros, mientras que los saurópodos y ornitópodos no muestran pruebas claras.
La cola de un dinosaurio y otros hallazgos
Hasta el momento es posible mencionar varios fósiles encontrados con impresiones de estructuras plumosas antes de hacerse público este nuevo hallazgo. Así, en Alemania se encontró un Archaeopteryx, ave primitiva que vivió hace 150 millones de años. De manera similar, en China se encontró el fósil de un pequeño terópodo volador -Sinosauropteryx- de hace 125 millones de años. Este fue el primer dinosaurio no aviano con evidencias claras de estructuras filamentosas similares a las plumas.
Estos descubrimientos son especialmente llamativos para la comunidad internacional, pues alrededor de los dinosaurios se han creado potentes discursos y producciones como las películas de Jurassic Park. Con múltiples estudios detrás, desde niños los más pequeños consumen libros con imágenes de seres tan icónicos y populares como el Triceratops, Tiranosaurio Rex o Velociraptor, y la duda siempre está en el aire: es posible que no sean como el mundo piensa.
Finalmente, los científicos también han hallado protuberancias óseas en los brazos de un Velociraptor como las que anclan plumas en las aves actuales, aunque esto no es ninguna evidencia, sino más bien un indicio. Asimismo, también se ha descubrieron un Yutyrannys -pariente lejano del Tyrannosaurus rex- de nueve metros de largo cubierto con una capa de plumas.
