Los exámenes de la selectividad están pensados para evaluar el conocimiento de los alumnos. Pero, en ocasiones, también sirven para tomarle la temperatura al sistema que los aplica. En el caso de las pruebas PAU —o EBAU— que concluyeron ayer en Cataluña, han dejado al descubierto algunas de las fallas de la conocida como Escola Catalana. Un modelo que, como la propia 'consellera' de Educación, Esther Niubó, se vio obligada a reconocer esta semana, no está arrojando unos resultados satisfactorios. Y es que, aunque los resultados de las pruebas de competencias básicas no están aún disponibles, Niubó avanzó que éstos "no son los esperados". Recordemos que, según Pisa, la comunidad catalana se encuentra a la cola de España y Europa en materias decisivas como Matemáticas, Ciencias o comprensión lectora.
Para empezar, las PAU volvieron a poner de manifiesto que la Generalitat —también la de Illa—, concibe la cuestión lingüística desde una óptica nacionalista. Sabido es que en Cataluña la única lengua vehicular en la Educación es el catalán, siendo relegado el castellano —lengua oficial y mayoritaria de los catalanes— a la asignatura que lleva su nombre. De esta manera que, como denuncian las entidades probilingüismo, en los colegios catalanes se aprende español pero no se aprende 'en' español. Y ello a pesar de que los tribunales han dictado que al menos el 25% de las materias deben impartirse en la lengua común para que ésta sea vehicular al igual que el catalán.
El caso es que, desde hace tres años, gracias a un litigio liderado por la Asamblea por la Escuela Bilingüe, la Generalitat está obligada a ofrecer la opción de que los exámenes de las PAU se ofrezcan también en castellano. No obstante, el Govern ha estado boicoteando sutilmente esta posibilidad. Y este año no ha sido una excepción. Tal y como ha hecho notar la AEB, a los de los tribunales se les entregó unas hojas en la que, junto a las incidencias respecto a los horarios o el material, debían consignar el número de exámenes repartidos en español en cada una de las asignaturas. "Hacer el examen en castellano es un derecho, no puede ser nunca ni una incidencia ni una anomalía", denunció la entidad, que exigió acabar con esta clase de "etiquetas".
"¿Quieres recibirlo todo en catalán?"
Pero el sesgo monolingüe no terminó ahí. En la hoja repartida a los alumnos para que eligiesen la lengua en que deseaban realizar la prueba, se incluía un recuadro que rezaba: "Si quieres recibir todos los enunciados en catalán, marca esta casilla" —con los términos 'todos' y 'catalán' resaltados en negrita—. De no ser así, el alumno debía ir marcando una a una el idioma en el que escogía realizar cada prueba. Una vez más, la AEB denunció el desequilibrio. "¿Por qué no existe también la opción de hacer 'todos' los exámenes en castellano?", cuestionó.
Por otra parte, conviene resaltar que Cataluña es una región que ha abrazado las pedagogías alternativas con entusiasmo. Unas pedagogías que priman las "competencias" frente al "conocimiento poderoso", que diría el filósofo Gregorio Luri. Y ello también fue palpable en las PAU. Así, a una semana de la celebración de los exámenes, Cataluña anunció que solo restarían puntos las faltas de ortografía en las asignaturas de castellano y catalán, desmarcándose así de los criterios del resto de comunidades. Si bien, ante la polémica suscitada, la Generalitat rectificó y extendió la penalización al resto de materias de humanidades.
Finalmente, como advirtió en X David Rabadà, profesor y jefe de prensa del sindicato Aspepc-Sps, en la prueba de Geografía del pasado jueves se incluyó una pregunta de Geología, lo que este docente calificó de "increíble pifia". En una entrevista posterior, Rabadà explicó que seguramente el error se debió a que el temario de base está mal diesñado y confunde ambas disciplinas. En este sentido, aprovechó para alertar de la pérdida de peso que está sufriendo la geología en el temario en Cataluña. "Actualmente, una rama de la ciencia está siendo amputada del sistema educativo", advirtió. Una más —suma y sigue— de las carencias del modelo.