Donald Trump prepara una vigilancia a gran escala en las redes sociales de los cientos de miles de estudiantes extranjeros que buscan cursar estudios en Estados Unidos para el próximo año. Como parte de esta iniciativa, la istración Trump ha enviado directrices a sus embajadas y consulados en todo el mundo para suspender temporalmente la programación de nuevas citas para solicitantes de visados de estudiante, intercambio o investigación (visados F, M y J), mientras se define el procedimiento que se seguirá para intensificar la revisión de la actividad digital de los solicitantes, según un cable diplomático revelado por Politico y otros medios norteamericano.
De acuerdo con esta revista norteamericana, el análisis de redes sociales se aplicará a todos los aspirantes a este tipo de visado. “El departamento está llevando a cabo una revisión de las operaciones y procesos para revisión y escrutinio de los solicitantes de visados para estudiantes y visitantes de intercambio”, señala el cable, que también indica que el objetivo es implementar un “escrutinio ampliado a todos esos solicitantes”.
“Con efecto inmediato, y en preparación para la expansión de la revisión y escrutinio requerido de redes sociales, las secciones consulares deberán dejar de sumar cualquier capacidad adicional de citas para visados de estudiantes o visitantes de intercambio (F, M y J) hasta que se emitan las próximas instrucciones en un telegrama separado, que esperamos que ocurra en los próximos días”, indica el mencionado cable diplomático que va firmado por el secretario de Estado, Marco Rubio.
Por otro lado, la instrucción aclara que las citas para visados que ya han sido asignadas no se verán afectadas y continuarán según lo previsto.
Trump amenaza con cancelar todos los fondos federales a Harvard
La istración del republicano, Donald Trump, planea anular todos los contratos federales vigentes con la Universidad de Harvard, los cuales suman aproximadamente 100 millones de dólares, según una carta que será enviada este martes a las agencias federales y que ha sido citada por diversos medios estadounidenses.
En la carta, Josh Gruenbaum, Comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones, instruye a las agencias a revisar sus acuerdos contractuales con la universidad, rescindir aquellos considerados no esenciales y, si es necesario, reasignarlos a otros proveedores.
Según un borrador de la misiva publicado por The New York Times, la istración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) colaborará con las agencias en la revisión, cancelación o reubicación de estos contratos con Harvard y sus entidades afiliadas. “El proceso de revisión responde a la directiva presidencial de asegurar que todos los contratos federales estén alineados con las prioridades estratégicas de cada agencia”, se detalla en la carta.
De acuerdo con el medio, la versión final del documento, fechada este martes, será distribuida hoy a las agencias correspondientes. Estas deberán responder antes del 6 de junio, indicando qué contratos serán anulados. No obstante, los contratos relacionados con servicios considerados esenciales no serán cancelados de inmediato, sino que se traspasarán a otros proveedores.
Esta decisión representa un nuevo paso en la estrategia de la istración Trump para aumentar el control sobre Harvard, una de las instituciones académicas más reconocidas del país, cuestionando su estabilidad financiera. Desde el mes pasado, el gobierno ha congelado alrededor de 3.200 millones de dólares en ayudas y contratos federales con la universidad, además de prohibirle temporalmente itir estudiantes internacionales. Esta última medida, sin embargo, fue bloqueada por una orden judicial provisional.
Las acciones del gobierno se han presentado como una defensa de los derechos civiles, acusando a Harvard de promover una ideología "woke", de mantener criterios raciales en sus procesos de isión y de permitir actitudes antisemitas en su campus.
En su carta, Gruenbaum acusa a la universidad de continuar con prácticas de "discriminación racial", especialmente hacia personas blancas, y expresa preocupación por recientes incidentes antisemitas en el campus, los cuales —según el gobierno— evidencian una falta de compromiso con la seguridad y el bienestar de los estudiantes judíos.
Frente a estas medidas, Harvard ha recurrido a la vía judicial. El mes pasado presentó una demanda para recuperar el a los fondos federales, y recientemente solicitó a un tribunal que restituya su capacidad para inscribir estudiantes internacionales.
La semana pasada, la jueza federal Allison D. Burroughs concedió una orden temporal que permite a Harvard continuar itiendo estudiantes extranjeros. Se espera que una audiencia este jueves determine si esta medida será prolongada. Harvard alberga a unos 6.800 estudiantes internacionales, lo que representa el 27 % del total de su alumnado. Su presidente, Alan M. Garber, advirtió que restringir esta capacidad supondría un impacto devastador para la institución.
