Opinión

Sánchez es un bulo

Forma parte del relato mentiroso que ha subido varios peldaños de golpe puesto que ataca directamente a la Guardia Civil, a la UCO, y a la presidenta Ayuso

  • Leire Díez y Pedro Sánchez en el Congreso

No es una afirmación gratuita. Ni siquiera un insulto. Es, simplemente, una definición basada en los hechos. Esta semana hemos asistido, tras las grabaciones de la fontanera Leire, que prometía arreglar la situación judicial de empresarios encausados a cambio de información comprometedora contra agentes de la UCO, al bulo más grave jamás visto en democracia.

Se difundía una presunta conversación entre dos personas, una de ellas ex UCO y ahora cargo de la Comunidad de Madrid, en la que se planteaba la posibilidad de ponerle una bomba lapa a Sánchez. El asunto corrió como la pólvora en las redacciones y todos se hicieron eco, singularmente los medios próximos al sanchismo. Lógicamente, aquello era lo suficientemente grave como para investigarlo. No lo hizo casi nadie. Pero a las cuatro y media de la madrugada, The Objective demostraba que aquello no era más que un corta y pega de una conversación en la que, justo al revés, lo que se decía es que temían que a ellos les pasase eso o que contratasen un sicario venezolano. No hablaban de ponerle a Sánchez una bomba lapa, ¡temían que se la pusieran a ellos!

Asumieron el bulo como válido y sin decir que ya se había demostrado su falsedad, María Jesús Montero se llenaba la boca lanzando sapos y culebras, Pilar Alegría se ponía en plan Madre Coraje arengando a las tropas socialistas y el señor que han enviado a Madrid como enésimo candidato a estrellarse contra Ayuso, un tal López, fingía ser un héroe de la democracia

Ante lo colosal del error en la Sexta dijeron que se habían equivocado, así como también el diario Público. Son, por decirlo suavemente, algo más que “errores de comprensión lectora” como argumentaban, pero bien está disculparse por los yerros propios. ¿Qué pasaba en el gobierno? Asumieron el bulo como válido y sin decir que ya se había demostrado su falsedad, María Jesús Montero se llenaba la boca lanzando sapos y culebras, Pilar Alegría se ponía en plan Madre Coraje arengando a las tropas socialistas y el señor que han enviado a Madrid como enésimo candidato a estrellarse contra Ayuso, un tal López, fingía ser un héroe de la democracia. Y Patxi López. Y muchos más de la Rosa Nostra. Y todos sabían que mentían. Y estaba confirmado que lo de la bomba lapa era mentira. Y el gobierno, el PSOE y sus dirigentes decían lo que decían a sabiendas de que lo era.

Esta anormalidad excede la pura maledicencia o el rumor envenenado contra el adversario y esconde dos cosas: que se hable menos de Leire y, la segunda, fingirse víctimas y aprovechar para atenazar más a la prensa, a la oposición y a la disidencia. No hay dictador que no se haya inventado un atentado para ganar popularidad. Recuerden las balas enviadas de las que nunca más se supo, las navajas, las sedes asaltadas, las ministras llorando por qué hay que ver, cuanta violencia y fascismo.

El sanchismo no tiene problema: si no se demuestra que mienten, prosiguen, y si se demuestra prosiguen igual como el tal López madrileño que dice que bueno, pero que Ayuso cese al Guardia Civil porque patatas

Forma parte del relato mentiroso que ha subido varios peldaños de golpe puesto que ataca directamente a la Guardia Civil, a la UCO, y a la presidenta Ayuso, la bestia negra del sanchismo. La UCO, por cierto, que está encargada de investigar las causas de presunta corrupción que afectan a Sánchez, allegados y partido. Pero el sanchismo no tiene problema: si no se demuestra que mienten, prosiguen, y si se demuestra prosiguen igual como el tal López madrileño que dice que bueno, pero que Ayuso cese al Guardia Civil porque patatas. 

Son un bulo viviente. Su partido está hecho a base de bulos y Sánchez es la quintaesencia del bulo, del embustero que prometía no pactar jamás con Bildu ni Podemos y traer esposado a Puigdemont. El sanchismo es un bulo y hay que combatirlo. De no hacerlo, arraigará y lo blanco será negro y el crimen, virtud. Véase ETA. De criminales a gente de paz. ¿Bulos? No, inmoralidad, como jugar con las bombas lapa que tantas víctimas se llevaron por delante.

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