En algún lugar del fondo de nuestras memorias lectoras, brilla todavía la luz de un farol encendido en medio del bosque. A su alrededor, la nieve cae silenciosa, y un armario aguarda con la puerta entreabierta. Pocas sagas han calado tan hondo en la imaginación colectiva como 'Las crónicas de Narnia' de C. S. Lewis. Ahora, HarperCollins Ibérica nos invita a cruzar de nuevo ese umbral mágico con una reedición que respeta el orden de los acontecimientos narrativos, y no el de publicación original, el que el propio autor consideró más coherente. Una decisión editorial que busca redescubrir la historia desde sus orígenes, con el esplendor intacto de un mundo que jamás ha dejado de latir.
La nueva edición, que arranca este mes de mayo con ‘El sobrino del mago’, será una serie de siete entregas mensuales que culminará en octubre. Las novelas conservan la emblemática traducción de Gemma Gallart, pero se visten con nuevas cubiertas ilustradas por el artista norteamericano Owen Richardson. Un rediseño visual que dialoga con la potencia simbólica de Narnia y la acerca a las nuevas generaciones sin traicionar su esencia. La propuesta está dirigida a lectores a partir de los ocho años, aunque su mensaje, como siempre, trasciende edades.
La semilla del mundo
Primera en este orden de lectura, aunque sexta en la cronología editorial, ‘El sobrino del mago' se presenta como la verdadera génesis de Narnia. Esta novela fundacional, publicada originalmente en 1955, revela cómo surgió el universo mágico y cómo las fuerzas del mal lograron colarse en él apenas unas horas después de su nacimiento. En sus páginas asistimos a la creación del mundo por parte del león Aslan y se introducen elementos esenciales como la malvada reina Jadis, futura Bruja Blanca, el misterioso farol que guía el camino en el bosque y, por supuesto, el armario que más adelante conectará ambos mundos.
El relato sigue a Digory Kirke, un niño que, junto a su amiga Polly Plummer, se ve arrastrado a una aventura mágica tras caer en las redes del excéntrico y peligroso tío Andrew, un mago aficionado. Un experimento con anillos encantados los lleva a viajar entre mundos hasta llegar a un bosque intermedio, antesala de todas las realidades. Allí, los niños contemplan tanto la destrucción como la creación: desde la devastación de Charn, el mundo de la reina Jadis, hasta el surgimiento de Narnia. Digory será elegido por Aslan para una misión clave: encontrar una manzana mágica capaz de proteger el nuevo reino de la amenaza que él mismo ha liberado.
Entre hadas y mitología
Más allá de su estructura fantástica, ‘Las crónicas de Narnia’ beben de una poderosa tradición simbólica. Lewis no solo se inspiró en el cristianismo y en obras como ‘El paraíso perdido de Milton’, sino que tejió un universo lleno de referencias a la mitología griega, romana, nórdica y al folclore celta. La literatura inglesa también está muy presente, con guiños a Beatrix Potter, George MacDonald o ‘El viento en los sauces' de Kenneth Grahame. Sin embargo, más que una alegoría religiosa cerrada, Narnia funciona como un gran cuento de hadas donde la batalla entre el bien y el mal es tan real como inevitable.
Los personajes principales de esta primera entrega encarnan arquetipos que se repetirán a lo largo de la saga: Digory, un niño con sentido del deber; Polly, su compañera fiel; el tío Andrew, símbolo de la soberbia humana; la reina Jadis, maldad ancestral con rostro bello; y, por supuesto, Aslan, figura divina y creadora cuya presencia marcará todas las historias. La edición de HarperCollins nos recuerda que Narnia no es solo una lectura para niños, sino un viaje iniciático, una forma de mirar el mundo con los ojos de quien aún cree que todo es posible.
Una saga eterna
C. S. Lewis, nacido en Belfast en 1898, fue mucho más que el autor de Narnia. Amigo y colega de J. R. R. Tolkien, con quien fundó el célebre club de escritores Inklings, Lewis dedicó su vida a explorar el poder del mito y el cuento. Su serie fantástica ha vendido más de 115 millones de ejemplares en 70 países y continúa conquistando lectores en todo el mundo.
El futuro estreno de una nueva adaptación de Netflix , con una serie y varias películas, confirma que Narnia sigue más viva que nunca. Esta nueva edición es, por tanto, una invitación a regresar, a volver a creer, a recordar que, tras cada armario, puede haber un mundo por descubrir.