Ciencia

Cuando el plástico es la opción ecológica y el cristal pone en riesgo tu salud

Un equipo de investigadores de la Universidad de Burgos realiza un hallazgo sorprendente sobre los envases en los que guardamos nuestros alimentos y bebidas

  • La botella de cristal contiene más microplásticos

El hecho de que los envases de plástico puedan deteriorarse con mayor facilidad que los de cristal nos lleva a pensar a todos, como es normal, que los primeros contienen más microplásticos que los segundos. Es por eso que cada vez es más frecuente que las sandwicheras, fiambreras, tarteras, tarrinas o loncheras —llamadas tapers o tópers, según la Fundéu— se fabriquen en otros materiales.

"El agua en botella de vidrio es más sana", le solían decir a un hostelero hace unos meses sus clientes, que, promovidos por lo que escuchaban en la televisión y leían en internet, pensaban que su salud iba a verse afectada si consumían líquidos en botella de plástico. Nada más lejos de la realidad, como han demostrado un grupo de investigadores de la Universidad de Burgos.

“Con los envases y marcas que hemos revisado, los de cristal son ligeramente más peligrosos, en efecto”, asegura a Vozpópuli Saúl Vallejos. “Contienen más micropartículas”, sentencia. Un resultado que a cualquiera le sorprende conocer… hasta que el este doctor en Química Avanzada da la explicación en profundidad.

El grupo que dirige el doctor Vallejos ha llevado a cabo una investigación que, por desgracia, no es muy común. De hecho, al profesor ni siquiera le consta que se haya hecho antes. Un proyecto “tontorrón” que, de no ser porque se lo pidió el mencionado empresario, no se habría hecho nunca.

“Si volvemos al vidrio tenemos que recurrir a cierres y tapones que también tienen recubrimientos plásticos”, explica el doctor Saúl Vallejos. “Esto lo que provoca es que cada vez que abrimos y cerremos la botella, generamos microplásticos”.

“Es un problema que ya teníamos arreglado”, señala con acierto. “La solución es utilizar la botella de PET (un tipo de plástico muy usado en envases) y el tapón de polietileno (uno de los plásticos más comunes y versátiles). Eso tiene hermeticidad y no genera ningún tipo de microplásticos. Son seguros, tenemos que entenderlo: son seguros”, insiste en la entrevista.

La botella de cristal contiene más microplásticos

Para llegar a esta sorprendente conclusión, el grupo filtró 75 litros de agua embotellada en cristal y, "sorpresa", efectivamente había "mucha micropartícula y mucho microplástico". Después, se hizo lo mismo con botellas de plástico de PET y tapón de polietileno de la misma marca y sí, seguía habiendo micropartículas y microplásticos pero "muchísimas menos", reconoce a este diario.

"Una botella de plástico se te cae al suelo y no se te rompe, no genera peligros tampoco, por ejemplo, de cortes, etc.", añade el experto. "Los materiales de plástico son algo milagroso, casi casi, te diría".

Divulgación en redes

El hallazgo se publicó en redes sociales, donde tuvo mucho éxito. Una “divulgación científica” explicada coloquialmente para gente no familiarizada con la ciencia que ha conseguido que muchos aprendan más sobre el vidrio, los envases fabricados con este material y los microplásticos. Según el profesor, la clave está en que es un objeto con el que estamos acostumbrados a encontrarnos en el día a día, lo que hace que sea más interesante para los s de las redes sociales.

“Está súper bien que hagamos investigaciones superavanzadas de la NASA, pero este vídeo funcionó mejor porque habla de cosas que interesan a la gente de la calle”.

En cuanto a que este vídeo por sí solo pueda remover conciencias, el doctor lo tiene muy claro: "A las empresas hay que decirles 'oye, queremos cambiar esto y nos gusta más de esta otra manera'. Y funciona". asegura. “Las empresas al final lo que hacen es adaptarse. Si el plástico está muy mal visto y casi demonizado, lo que eligen es volver a los envases de vidrio”.

Eso sí, Vallejos advierte que no hay que "volverse loco", ya que los camiones que transportan todas esas mercancías tienen un peso muy superior segun el material que lleven: "Si el camión pesa el triple, el consumo de gasoil será el triple y las emisiones de CO2 también serán el triple”.

"Antes, cuando a los investigadores se nos decía 'tenéis que hacer divulgación', todo el mundo pensaba en ir a un congreso y hablar 'de mi libro'", explica Saúl Vallejos. "Ahora, cada vez más nos estamos fijando en la divulgación para el ciudadano, a pie de calle, para que se nos entienda a los científicos en cualquier rincón".

"Yo he dado charlas incluso en bares con la gente tomándose unas cañas", asegura el investigador de la Universidad de Burgos. "Tenemos que aprender a hacernos escuchar y que cualquier persona con cualquier tipo de formación nos pueda entender", sentencia. "Al fin y al cabo esta es la razón por la que estos vídeos han funcionado tanto", hasta un millón de visitas en algunos casos.

¿Qué material es más sano para envases?

“Mi abuelo te diría que la manera más sana de embotellar agua es en un botijo… y a lo mejor no se equivoca tanto”, bromea el científico. “Lo cierto es que las botellas PET se podían reutilizar hasta un millón de veces y es seguro. Vamos, yo te digo lo del millón de veces como una expresión, pero que no podemos paranoiarnos tampoco con esto de los materiales”.

Remontándose a tiempos pasados, el experto recuerda que en tiempo de los romanos "tuvieron mucha contaminación" porque el agua se transportaba en vasijas de barro en las que el líquido se mezclaba con restos de metales pesados. En la actualidad, este doctor en Química Avanzada apuesta por los envases de PET: "Es seguro y no pasa nada", aunque defiende que cada vez se hagan de mejor calidad. "Hay que hacer el camino difícil", explica Saúl Vallejos refiriéndose al trabajo de sus compañeros de la industria. Según cuenta, el problema reside en que siguen conteniendo demasiados aditivos para, por ejemplo, hacerlos más o menos rígidos o tener uno u otro color, y ese modo de actuar no es beneficioso para la salud: "Tenemos que resolver el problema desde su formulación, y así conseguiremos mejores plásticos y mucho más seguros, que se puede", afirma con rotundidad.

¿Qué diferencia hay entre el PVC y el PET?

Para explicar la diferencia entre el PVC y el PET, el químico consultado acude a una historia reciente, cuando alrededor de los años 90 en los bares las botellas que se servían eran de PVC. “Hay varias teorías de por qué dejaron de usarse. Una es que en aquella época Coca-Cola impulsó el envase de dos litros basado en PET y que por eso había que mostrar los beneficios de ese material”, explica el experto.

“En aquellos tiempos también se empezaba a decir que esos envases tenían una desventaja y es que el PVC es el ejemplo claro de cuántos aditivos puede itir un polímero”, añade en la entrevista. Un plástico es un polímero que, además, “lleva otras cosas como colorantes, antiestabilizantes, protectores de la luz, cargas minerales, plastificantes, etc”. Esto provocaba en algunos casos que llegasen estos aditivos a la bebida en sí.

“El PVC es el que más aditivos ite y de cualquier tipo y al que más aditivos se le echan los aditivos que le hacen al PVC pues que pueda ser válido para hacer por ejemplo una bajante, una tubería dura rígida y que resista a la intemperie o también, si le añado muchos plastificantes, plástifico el material, lo hago más flexible y me puede servir para recubrimiento de cables”, explica el experto a Vozpópuli. “A veces hay más aditivo que polímero”.

Sin embargo, ese peligro se eliminó con la llegada del PET, que es “una maravilla que prácticamente no lleva aditivos”, explica Saúl Vallejos. “Lleva algún protector contra la radiación ultravioleta y cosas de estas, pero en muy pequeñas cantidades”, apunta. “Hoy en día en Europa hacemos polímeros de una calidad impresionante, extraordinaria”.

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