71 militares de la Armada española navegan por las aguas del golfo de Guinea a bordo del buque de acción marítima Relámpago, en el desempeño de una misión clave para la seguridad en la región y bajo estrecha coordinación con la Unión Europea y los países africanos. El repunte de las actividades ilícitas, desde la piratería hasta el tráfico de drogas, unido al interés estratégico que tiene este área para España, sustentan las razones de este despliegue que se prolongará durante más de cuatro meses. Y el comandante del buque, el capitán de corbeta Víctor Meijueiro Morado, detalla los principales desafíos a los que se enfrentan.
Como contó Vozpópuli, la actividad de los piratas y otros criminales no sólo se mantiene activa en el golfo de Guinea, sino que ha repuntado en los últimos años, alimentada por las inestabilidades políticas, económicas y de seguridad que se viven en tierra. Una situación que no ha pasado desapercibida para España, que entiende esta región como una zona estratégica por la actividad de los pesqueros, las empresas del sector marítimo que mantienen vínculos nacionales y por el flujo comercial marítimo que se dirige a nuestro país.
Además, las Fuerzas Armadas españolas -con su carácter expedicionario- trabajan con una máxima: “Nuestra propia seguridad no se construye sólo dentro de nuestras fronteras, sino que empieza allá donde se originan y expanden las amenazas”, describe el capitán de corbeta Meijueiro en una entrevista recogida por el EMAD.
Por eso se articula este despliegue en el golfo de Guinea, en una acción coordinada desde el año 2021 por la Unión Europea y que cuenta con la presencia de otros países, como Italia, Portugal o Francia. España aporta sus capacidades navales de forma rotatoria, “aunque cada vez con mayor frecuencia y permanencia”, afirma el capitán de corbeta de la Armada española.
La misión de la Armada
Su objetivo principal desde que zarparon de España el pasado mes de febrero es el de “contribuir a la mejora de la seguridad marítima, reforzar nuestras relaciones de amistad y colaboración con todos los países ribereños e incrementar la presencia española en beneficio de los intereses nacionales en la región”, detalla Meijueiro, al frente del buque Relámpago.
¿Cómo vive la Armada el repunte de actividades delictivas en la región? ¿Cómo actúan cuando presencian un incidente o cualquier amenaza para la seguridad naval? El capitán de corbeta destaca que, en base a los sensores con los que está equipado el Relámpago y gracias a un dron, identifican las actividades sospechosas y comparten la información con los países africanos. Habla de piratería y tráfico de drogas, pero también de pesca ilegal o robo en la mar.
Su misión no está destinada a combatir estas amenazas de forma directa. Pero lanza una advertencia. En caso de detectar cualquier ataque contra cualquier barco de pabellón español, ya sea en el golfo de Guinea “o en cualquier otro mar” del mundo, “actuaríamos dentro del marco legal internacional”.
La vida a bordo
El capitán de corbeta Meijueiro también ofrece algunos datos sobre cómo es la vida a bordo del buque de la Armada durante su navegación por aguas próximas a África. Son 71 militares, muchos de ellos con “una larga experiencia en este tipo de despliegues”. Echan de menos a sus familias, pero “seguimos centrados en cumplir con nuestra misión”: “Sabemos que nuestra presencia y labor aquí contribuye directamente a la mejora de la seguridad marítima”.
Más de cuatro meses de despliegue en el golfo de Guinea que suponen “un desafío logístico y humano de primer orden”, un “desgaste físico y psicológico” y enfrentarse a “condiciones climáticas muy duras”, pero que suponen una “excelente oportunidad para demostrar su eficiencia y operatividad” en una región estratégica para España.
