Economía

BBVA Research rebaja tres décimas el crecimiento de España por los aranceles y la incertidumbre

Calcula que el PIB avanzará un 2,5% en 2025, frente al 2,8% que estimaba antes, y ese crecimiento se desacelerará hasta el 1,7% en 2026

  • Equipo de BBVA Research

BBVA Research revisa sus previsiones económicas y se suma a la lista de servicios de estudios e instituciones económicas que han rebajado en las últimas semanas las perspectivas para España. El think tank del banco español recorta tres décimas su estimación para este año, que elevó hasta el 2,8% en marzo, y proyecta ahora un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,5%. Para 2026 lo rebaja una décima, al 1,7%. 

Esto evidencia una mayor desaceleración del PIB, que avanzó un 3,2% en 2024. Y es que, mientras algunos factores impulsarán la economía -la caída en los precios del petróleo y del gas, el tono más expansivo de la política económica en Europa o una mayor capacidad de crecimiento del sector servicios- se espera que la expansión vaya perdiendo impulso por el impacto de los aranceles y la incertidumbre, que, advierte BBVA Research, "ya está condicionando las decisiones de empresas y hogares".

La ralentización del crecimiento se explica por un menor dinamismo de la demanda interna. El consumo, tanto privado como público, ha moderado su avance. Entretanto, la inversión en maquinaria y equipo ha mostrado fortaleza, apoyada por el impulso fiscal. “Detrás de este buen comportamiento pueden estar los recursos destinados a los afectados de la DANA en Valencia y el impacto de algunos proyectos financiados por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR)”, explica el informe.

Los economistas de BBVA Research creen que “la desaceleración prevista vendrá determinada, en buena medida, por el cambio en la política comercial de Estados Unidos, sus efectos directos e indirectos sobre las exportaciones españolas y el aumento de la incertidumbre que ha provocado”. Los anuncios de ida y vuelta del Gobierno estadounidense, con recargos generalizados a las importaciones europeas y su posterior suspensión para iniciar una negociación bilateral, han introducido una elevada incertidumbre.

La incertidumbre restará seis décimas al PIB

Los economistas advierten de que esa incertidumbre tiene consecuencias sobre las variables financieras y la actividad. Un ejemplo es la significativa apreciación del euro frente al dólar. Solo este cambio podría restar alrededor de dos puntos porcentuales al crecimiento anual de las exportaciones españolas en 2025 y 2026. Se consolida la percepción de que el coste de
exportar a Estados Unidos será mucho mayor a partir de ahora, lo que supondría una reducción de los flujos comerciales con este país.

Por su parte, el aumento de la incertidumbre de política económica a nivel mundial observado desde noviembre del pasado año estaría restando alrededor de 0,6 puntos porcentuales al avance del PIB, en promedio, durante estos dos años. Otros factores que pueden moderar el dinamismo de la actividad son los límites de las istraciones al crecimiento del sector turístico; el ahorro de los hogares, que sigue en cotas muy elevadas y restringe la expansión del consumo; y el precio de la vivienda.

BBVA Research destaca, asimismo, que continúa la relativa "falta de sensibilidad" de la inversión a la recuperación de la demanda y el empleo. Aunque hay factores cíclicos que pueden explicar parte de la atonía, como el aumento en los tipos de interés, "la prolongación del problema parece apuntar a factores estructurales", advierte el servicio de estudios. Uno de los más evidentes es la escasa rentabilidad que muestran las empresas en España en comparación con las europeas.

Con los balances cerrados a 2023, el país mostraba los ROE más bajos de su entorno. El diferencial de productividad limita la convergencia de la economía española con los países más ricos de la eurozona. “El crecimiento hacia delante puede verse lastrado por la tendencia que muestra la evolución de la productividad por ocupado equivalente a tiempo completo y de la tasa de actividad”, señalan los economistas. En este sentido, alcanzar incrementos relativamente elevados y sostenidos de la productividad es uno de los principales retos. 

Finalmente, en el ámbito fiscal, advierten de que los incrementos anunciados del gasto público en defensa y vivienda suponen un nuevo riesgo sobre la sostenibilidad de las cuentas, pues no han incluido medidas que garanticen su financiación durante los próximos años. La mejora del ciclo económico, la reducción de tipos de interés y el consenso con el que se han tomado las decisiones a nivel europeo aportan "espacio", pero "esto solo aumenta y retrasa el necesario ajuste que se tiene que producir durante los próximos años”, sentencian.

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