La crisis de la vivienda está haciendo estragos en Barcelona. Pero no solo entre sus habitantes, que han visto su ciudad convertida en la localidad donde resulta más caro alquiler de toda España. También, entre las fuerzas políticas que la gobiernan, ya sea directa o indirectamente. Por una parte, el crédito de su alcalde, Jaume Collboni, está menguando a marchas forzadas por sus políticas en la materia, que las voces críticas tildan de "populismo inmobiliario". Y a las que responsabilizan de la escasez de la oferta —uno de los aspectos que se pretendía evitar—. Por otra, los socios preferentes de Collboni en el consistorio, Esquerra Republicana y los Comunes, están tratando de capitalizar el malestar ciudadano por esta cuestión, lo que les ha conducido a despedazarse entre sí.
El primer capítulo de esta contienda tuvo lugar el pasado marzo. Entonces, el Ejecutivo municipal sacó adelante la subida de la tasa turística. Otra medida polémica en relación a la vivienda porque, en algunos casos, el coste dicha tasa se ve duplicado. El caso es que ERC respaldó al aumento pero pactó con Collboni aplazar su entrada en vigor hasta octubre, pensando en modificar algunos aspectos que no le convencían. Sin embargo, los comunes, sin informar a los republicanos, tumbaron en el último momento ese aplazamiento, con lo que la norma entró en vigor de forma inmediata. ERC cargó contra los comunes por el giro de última hora, mientras los de Albiach replicaron que los republicanos habían acordado la moratoria sin contar con ellos. El rifirrafe no fue a más, pero sembró la semilla de la discordia.
Ahora, la fractura entre ambas fuerzas se ha consumado. El detonante esta vez ha sido la misión europea que ha visitado Barcelona y Badalona durante tres días para analizar las causas de la crisis inmobiliaria en la región. Más allá de las conclusiones de los eurodiputados —descartaron regular precios desde Bruselas y reclamaron más recursos para la vivienda asequible—, la visita ha enfrentado de manera virulenta a republicanos y ecosocialistas, validando la misión los primeros y rechazándola los segundos. "Hoy viene a Cataluña una delegación 'fake' con Vox para blanquear al bipartidismo del PSOE y el PP, que ha vetado a la Plataforma Antidesahucios y quiere lavarle la cara al racista Albiol", criticó el lunes Jaume Asens, para el que la visita fue mero "postureo".
Refriega de Collboni con Aibnb
En el extremo opuesto, la eurodiputada republicana Diana Riba la definió como una "ocasión clave para poner a Cataluña en el centro del debate europeo" y cuyo informe final recogerá las "necesidades reales y diversas" de sus habitantes. Pero el tono lo subió la líder de ERC en Barcelona y mano derecha de Junqueras, Elisenda Alamany, que culpó a los comunes de "puro postureo" por ausentarse del debate. "Dejar la silla vacía o bajar los brazos no es la solución, porque la agenda de vivienda no se hará de acuerdo con lo que necesite el Parlament, sino con lo que quieran los extremos", alertó, acusando así a los comunes de dar alas a la ultraderecha.
A esta refriega, que coloca en apuros a un Collboni necesitado de aliados estables en un consistorio cada vez más fragmentado, se le suma el conflicto que acaba de estallar entre el Ejecutivo y la plataforma de pisos turísticos Airbnb. En noviembre pasado, la relación entra la plataforma y Collboni empezó a agrietarse. La primera reclamó por carta al alcalde reconsiderar su ofensiva contra el alquiler turístico, pero éste respondió con un portazo: "Nuestra decisión de extinguir los pisos turísticos es firme". Medio año después, Airbnb se ha negado, según el Ejecutivo, a retirar 800 anuncios identificados como ilegales por el Ayuntamiento. Una decisión que sorprendió a Collboni, pues hasta ahora la plataforma había acatado las peticiones del consistorio. En esta ocasión, sin embargo, la respuesta de Airbnb fue solicitar al alcalde un nuevo convenio más flexible. Pero éste lo rechazó de plano. "Seremos inflexibles en el cumplimiento de la normativa", zanjó.
Playero
30/05/2025 23:32
Que los barceloneses disfruten lo votado