El folletín en torno a las pinturas románicas de Sijena parece tocar a su fin. Esta semana el Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Huesca que condenó al Museo Nacional de Arte de Cataluña a restituir a Aragón los frescos que fueron expoliados durante la Guerra Civil de la sala capitular del Monasterio de Villanueva de Sijena. Y es que, según ha establecido el tribunal, el MNAC nunca ha sido el legítimo propietario de las pinturas, siendo el documento-contrato esgrimido por la Generalitat un título no válido. El dictamen llega tras una década de litigios, al demandar Aragón a la MNAC en 2014 para que devolviese las pinturas y toparse con una feroz resistencia por parte de la Generalitat, llegando incluso los 'consellers' Puig y Vila a ser citados a declarar por impedir el traslado de las obras.
Pero el conflicto, como suele ocurrir cuando entra en juego el elemento identitario, sigue coleando. "Es una sentencia que no se puede ejecutar sin poner las pinturas en un riesgo muy alto de destrucción. Todos los expertos de todo el mundo lo advierten", aseguró el líder de Junts Carles Puigdemont desde Bélgica. Mientras, el mentado Puig lamentó que el caso se hubiese "politizado desde los inicios", a la vez que culpó al Supremo de tomar una decisión que "provocará unos daños irreversibles a una parte del patrimonio cultural catalán de un valor incalculable". De su parte, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, reaccionó de forma opuesta: "Siento una inmensa satisfacción que se verá culminada cuando podamos contemplar las pinturas en su emplazamiento original". Por otro lado, y aunque Illa prometió no obstruir la acción de la Justicia, se ha filtrado un informe de 2016 que la Generalitat podría usar para oponerse al traslado.
La controversia, en cualquier caso, se remonta a la Guerra Civil. Y es que, poco después de que los milicianos republicanos llegados de Cataluña prendieran fuego al monasterio en octubre 1936, el arquitecto Josep Gudiol arrancó los frescos y se los llevó a Barcelona. En principio, la operación —financiada con 4.000 pesetas por la Generalitat— tenía como finalidad salvaguardar esta preciada obra pictórica para devolverla posteriormente a tierras aragonesas. Pero, como es sabido, el retorno nunca se produjo.
Los saqueos, protagonizados por 'charnegos'
Por otra parte, como desveló Marisancho Menjón Ruiz en su ensayo 'Salvamento y expolio', el catalanismo de la época se sacudió la responsabilidad de los saqueos y se la achacó a los catalanes venidos del resto de España —esto es, los conocidos como 'charnegos'—. "Para ellos, las destrucciones de patrimonio, incendios, saqueos y asesinatos fueron obra de 'la organización revolucionaria anarquista FAI, formada principalmente por gente fastidiosa no catalana, inmigrantes de zonas miserables de Murcia y Almería' que se impusieron 'donde había una importante y conflictiva población forastera, la mayoría procedente de Murcia", relata Menjón.
Vicisitudes aparte, no menos fascinante son los frescos en sí, considerados una obra maestra del medievo. Así, las pinturas, realizadas en torno al 1200 —periodo a caballo entre el románico y un gótico incipiente—, estaban ubicadas en los arcos del Monasterio y explicaban el antiguo testamento y el nuevo testamento, ilustrando por ejemplo la caída del hombre y del pecado. En la parte interna se observaban retratos muy detallados de los ancestros de Cristo, que se caracterizan por su fuerte individualización y su dramatismo —rasgos propios de este movimiento artístico—.
Mientras, en la parte del muro que sobrevivió al incendio, figura la flagelación de Cristo, su crucifixión y su resurrección. Por lo demás, destaca la presencia de animales y monstruos en los distintos frescos, así como la perceptible influencia en ellos de la miniatura inglesa, en boga en aquella época. Finalmente, y como curiosidad, el MNAC advierte de la alteración de los tonos originales a consecuencia del fuego, siendo los originales brillantes y con predomino del azul —un color solo perceptible en un arco del claustro, lugar que se salvó del fuego—.
Burckhardt7
05/06/2025 19:11
Aqui lo progre es pedir la devolucion de los marmoles del Partenon pero en Sijena el neocolonialismo catalan permanece inasequible al desaliento