Las autoridades continúan trabajando por el bienestar de los más pequeños, pero al hablar de su salud, lo cierto es que hay varios problemas a enfrentar. Entre ellos -y no solo en España, sino a nivel mundial- destaca la obesidad infantil. Según la Organización Mundial de la Salud -OMS- en 2022 37 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso, y más de 390 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años eran obesos. Así, con el paso del tiempo los datos no parecen mejorar, sino que la ingesta de ‘fast food’ ha aumentado en todo el globo, con sus correspondientes consecuencias.
Ante esta situación, cada país toma medidas y añade políticas para luchar contra la obesidad infantil y proteger la salud de los menores. En el caso de España, el pasado septiembre de 2024 el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 anunciaba que el sobrepeso infantil caía 4 puntos desde 2019, pero apenas lo hacía entre las familias con rentas más bajas. Así, ahora el ministerio de Pablo Bustinduy lanza una nueva normativa: la prohibición de la venta de productos azucarados en colegios e institutos.
Adiós a las Jumpers o la Coca Cola
Son muchos los snacks o aperitivos que nos han acompañado entre clase y clase a lo largo de los distintos años educativos, pero ahora el pequeño gesto de correr a la tienda del colegio a por una bolsa de dulces o un refresco podría llegar a su fin. Con el fin de reducir la tasa de obesidad infantil en España -que actualmente supera el 36%-, el Ministerio de Derechos sociales ha propuso un decreto que destaca por una de sus medidas: la retirada de las máquinas de ‘vending’ con este tipo de productos, así como la detención de su venta en la cafetería del centro educativo.
Al hablar de qué alimentos y bebidas se verán afectadas, es posible ser más concretos. El decreto establece que se retirarán aquellos que no cumplan con criterios nutricionales saludables, es decir, aquellos con más de cinco gramos de azúcar por porción, niveles altos en sal y grasa. Además, destaca una bebida que entra dentro de estos grupos, de lo más querida y consumida por los jóvenes: las bebidas energéticas. De igual manera, no es ningún secreto la cantidad de contraindicaciones que tiene su consumo habitual. Además de poder crear una sensación de euforia, lo cierto es que al mezclarlas con alcohol -práctica que ha aumentado considerablemente entre los adolescentes los últimos años- podrían llegar a provocar paros cardiacos.
La importancia del comedor escolar
Más allá de retirar todos estos productos poco saludables de cafeterías y máquinas dispensadoras -como la Coca Cola, uno de los refrescos más consumidos también por los jóvenes-, los cambios también llegan a los comedores, donde cocineros y aquellos encargados de idear el menú mes a mes también deberán hacer modificaciones. Así, la presencia de frituras deberá ser menor en el caso de salir adelante este real decreto, además de utilizar los aceites recomendados y aumentar el consumo de frutas y verduras.
Una vez más, se trata de poner en valor la labor e importancia de los comedores de todos los colegios e institutos de España. Esta radica en la situación de muchas familias de renta baja que encuentran en el servicio la seguridad de que, al menos una vez al día, sus hijos contarán con una comida completa. Pero en esta línea, también hay mucho por hacer, tal y como informaba el Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria de la AESAN, estudio que afirma que un tercio de los comedores españoles ofrecen demasiadas frituras y pocas verduras.