El futuro político a corto plazo de Diana Morant y Pilar Bernabé pasa por la pervivencia de Pedro Sánchez al frente del Gobierno y eso provoca que las dos dirigentes más destacadas del PSOE valenciano prioricen su mimetismo con la decisiones del secretario general sobre cualquier otra cuestión que afecte a los valencianos. Las Cortes autonómicas votan hoy la propuesta del PP de exigir al Ejecutivo central la aprobación urgente del Fondo de Liquidez Autonómica extraordinario: los socialistas valencianos han decidido votar negativamente a esa reclamación.
La orden al respecto es clara por parte de la líder del PSPV, Diana Morant, y así lo acata el grupo parlamentario socialista que votará en contra de la Proposición no de Ley –que aún así saldrá adelante con los votos de PP y Vox–. Compromís opta por la abstención y se pone de perfil para intentar desgastar tanto a populares como a socialistas.
Aluden a las rebajas fiscales
Para justificar la decisión, tanto Morant –que apunta a ser la candidata a la Generalitat–, como Bernabé –que se encamina a liderar la lista del Ayuntamiento de Valencia–, coinciden en señalar que Mazón es un "mal gestor" y que realizar rebajas fiscales "a los ricos" (citan el caso del perdón de 14 millones de euros a Iberdrola) provoca que luego no le salgan las cuentas. "Cómo le van a salir", decía ayer Bernabé, aunque este parámetro tenga poco que ver con el FLA.
El FLA extraordinario supondría la inyección directa de 2.500 millones de euros en las arcas de la Generalitat, 1.900 llegarían el próximo mes de julio y otros 600 en diciembre. La urgencia es máxima porque el pago de servicios básicos fundamentales está en riesgo.
Y es que este mecanismo permite financiar el exceso de déficit de años anteriores y aportar liquidez a las autonomías que no reciben suficientes ingresos del sistema de financiación para atender, fundamentalmente, los pagos a proveedores, como ha venido recordando la consellera de Hacienda del Gobierno valenciano, Ruth Merino.
Una "asfixia" calculada
Lleva activándose este mecanismo desde hace 12 años ininterrumpidamente y no hacerlo ahora depende únicamente de la voluntad política. Esto ha dado cancha a las críticas del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien en su acto para el congreso nacional del partido, celebrado en Alicante el pasado martes, censuraba la "asfixia", a su juicio calculada, a la que Sánchez está sometiendo a la Comunidad Valenciana.
Pedro Sánchez contestó al Gobierno valenciano hace varios meses que la eliminación del FLA extraordinario tiene su origen en la no aprobación de la senda de objetivo de déficit para el periodo 2025-2027 en el Congreso. Vaticinaba que en abril se revisaría y se reactivaría, algo que no ha sucedido.
990 millones de entregas a cuenta
A la ausencia del extra FLA hay que sumarle los 990 millones de euros que todavía no ha recibido la Generalitat Valenciana correspondiente a la actualización de las entregas a cuenta (165 millones de euros por mes desde que comenzó el año). El Gobierno no ha movido ficha en este sentido en 2025 y, ante la ausencia de Presupuestos Generales del Estado, se necesita aprobar un Real-Decreto Ley de actualización que no llega.
Sumada la cantidad de las entregas a cuenta pendientes, el quebranto total a las arcas autonómicas es de 3.490 millones de euros y todo ello en un contexto de gran dificultad por el endeudamiento para afrontar la reconstrucción de las zonas afectadas por la dana. Morant y Bernabé también justifican este retraso en las actualizaciones y consideran que el "no a todo del PP tiene consecuencias".
Una panorama incierto de impagos
Lo que hay en juego si persiste la desactivación del FLA extraordinario es el cumplimiento del pago a proveedores de la Generalitat y la dificultad de generación de crédito para el pago de facturas.
Los pagos a proveedores presentan ya, a día de hoy, un retraso significativo y los servicios perjudicados son básicos. Afecta, sobre todo, a Sanidad, Educación y Servicios Sociales. Por concretar, en el ámbito sanitario hay que cubrir gastos fijos de los hospitales y otros pagos como el abono de concesiones de centros hospitalarios o el pago de los Consorcios. También las farmacias entran en ese concepto y temen que se repita la situación de colapso en los pagos que ya se produjo bajo la Presidencia de Alberto Fabra.
En el sector educativo los agobios de la Generalitat también son elevados a la hora de afrontar los pagos habituales. Los pagos a las Universidades o los destinados a cubrir gastos de otras partidas como el funcionamiento de comedor, los centros públicos de enseñanzas artísticas, los conciertos de transporte escolar, los gastos de funcionamiento de los centros concertados y de los centros cooperativos, y los centros concertados de educación especial, están seriamente comprometidos.
Y en materia de dependencia hay que cubrir las partidas de los pagos a residencias de accesibilidad social, de conciertos de atención a menores, o gestiones integrales de personas mayores y centros de mujer.
Bajo el paraguas de Sánchez
Diana Morant y Pilar Bernabé, pese a ello, no están poniendo el acento en el claro peligro que existe para un amplio abanico social en la Comunidad Valenciana frente al riesgo de impagos de la Generalitat por la postura de Sánchez.
El secretario general del PSOE sigue 'protegiendo' desde el Gobierno a Pilar Bernabé –a la que encumbró como secretaria general de Valencia ciudad– para que continúe como delegada en la región; y a Morant –a la que despejó el terreno de candidatos (Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler) para que liderara el PSOE valenciano–, como integrante del Consejo de Ministros, ya que no tiene escaño en el Congreso después de renunciar al mismo por orden del propio Sánchez.