En materia de vivienda, Jaume Collboni ha adoptado medidas regulatorias que le han valido el rechazo del sector inmobiliario pero el respaldo ERC y lo comunes, sus socios preferentes en el consistorio. Sin embargo, el alcalde se propuso desde el inicio de su mandato enterrar una de las normas estelares de la etapa de Ada Colau: la obligación de que las promotoras destinasen un 30% de sus construcciones a vivienda protegida. El motivo es que, según sus críticos, la ley ha asfixiado la promoción de vivienda nueva en la Ciudad Condal. En consecuencia, el Ejecutivo socialista ha estado negociando en las últimas semanas con Junts —refractarios al intervencionismo— una reforma para flexibilizar la norma. Unas negociaciones que parecen haber dado sus frutos.
Así, el ayuntamiento ha propuesto hoy limitar la reserva del 30% con una nueva norma que afecte solo a los edificios que superen los 1.500 metros cuadrados. Cabe recordar que, en la actualidad, la reglas se aplica a los inmuebles de más de 600 metros cuadrados. No es la única exención de la norma, que también 'indulta' a aquellos edificios que hayan sido rehabilitados en los últimos diez años. Por otra parte, no será obligatorio que los promotores ubiquen los pisos de vivienda social en el mismo bloque que estén construyendo, sino que podrán traspasarlos a otros solares o pisos vacíos de la zona. Asimismo, contarán con la posibilidad de pagar un montante al consistorio para que sea éste el que construya dichas viviendas.
La iniciativa de Collboni tensa aún más su relación con los comunes, que llevan un tiempo cargando contra el alcalde por su supuesta "derechización". En este sentido, la portavoz de los ecosocialistas en el consistorio, Janet Sanz, ha acusado esta mañana al alcalde de "desmontar" 30% de la mano de Junts y el sector inmobiliario. "Collboni será recordado por vender la ciudad a la especulación y fomentar la segregación urbana", ha aseverado Sanz, según la cual 4.000 edificios y 150.000 inquilinos de la ciudad quedarán ahora a merced de la especulación.
